- No uses nada que no exista, o pueda existir, en WoW. MALOS ejemplos: Gandalf, Lola Flores, Terminator, Baleares.
- No uses nombres de personajes no jugadores. Lo siento, Jaina Proudmoore no hay más que una, y no, no eres tú.
- Tu nombre te lo puso tu madre, no lo olvides! Y ninguna madre llamaría a su hijo SuperKiller, MiRanaVerde, o TontoElQueLoLea. Si quieres tener un “apodo”, eso ya lo veremos más adelante, pero no lo uses como nombre.
- Razas: lo primero que debes tener en cuenta es a qué raza pertenece tu personaje. Los Humanos tienen nombres medievales, en internet hay cientos de webs con nombres de este tipo, pero los Elfos tienen su propio idioma, y sus nombres suelen estar asociados a la naturaleza. Si no tienes claro qué tipos de nombres podrían encajar a tu raza, investiga un poco en internet, o pregúntanos en este foro! BUENOS ejemplos: para humanos, John Sinclair, Adela Carbonero, Yvonne D’Orange; para elfos, Fedras Bosqueverde, Alesha Silvertree, Lennair Fan’Shalah.
- Piensa que puedes tener un apellido, aunque la mecánica del juego no permita indicarlo en ningún sitio. Aplica las mismas normas que para el nombre.
- Si tienes una mascota, respeta su nombre tanto como el tuyo, es decir, no la llames Halcón Milenario, Winnie the Pooh o LaRanaGustavo.
2. Cómo eres, y por qué (descripción e historia)
He unido estos dos conceptos (la descripción y la historia), porque en mi opinión son indivisibles. Tu personaje es como es, en parte por las experiencias que ha vivido, y si intentas definir estos conceptos por separado, caerás inevitablemente en inconsistencias, y tu personaje parecerá hecho a partir de trozos de otras cosas.
EL FÍSICO
El aspecto físico es fácil, así que no me extenderé. Para añadirle “sabor”, piensa si tiene tatuajes, cicatrices, amuletos… ¿Tartamudea, tiene una leve cojera, un parche en el ojo? ¿Por qué?TU RAZA
Es importante tener en cuenta tu raza, ya que eso determinará gran parte de tu pasado y tu forma de ser. Por ejemplo, los elfos suelen ser arrogantes con las otras razas, amantes de la naturaleza, y veneran a su diosa, Elune. Han estado aislados del resto de Azeroth durante largos años, así que lo más seguro es que tu personaje, si es elfo, creciera en los alrededores de las áreas que ahora encuentras habitadas por ellos.
Sin embargo, los Gnomos adoraban su ciudad subterránea de Gnomeregan, que hace muy poco han perdido a manos de los troggs y la radiación, por lo que si eres un Gnomo, lo más probable es que nacieras y crecieras rodeado por las maravillas tecnológicas de esta gran ciudad.
Si decides que tu personaje se va a desviar mucho del estándar de su raza, necesitarás una muy buena razón para ello. ¿Te secuestraron de pequeño miembros de otra raza? ¿Y por qué no te mataron, cómo escapaste, cómo es posible que aún así, sepas hablar el idioma de tu raza? ¿Eres un renegado, un paria? ¿Cómo llegaste a esa situación, cómo es que aunque siendo un paria, tu reputación con tu raza es mejor que con las otras? En resumen, esto es algo que no recomiendo para un principiante ^_~
TU EDAD
Acerca de la edad de tu personaje, es algo en lo que debes pensar, ya que afectará al modo en que se comporte. No todas las razas crecen igual de deprisa! Un Gnomo con 50 años es aún un niño, mientras que a un humano con 20 ya se le considera adulto. Estos datos están sacados del juego de rol (en papel) de WoW, y puedes usarlos para orientarte:
Raza Adulto Mayor Viejo Venerable Edad Máxima
Goblin 20 40 58 73
Gnomo 40 100 150 200
Humano 15 35 53 70
Enano 40 125 188 250
Troll 17 30 47 69
Elfo Nocturno 300 500 650 700
Elfo de Sangre 85 300 500 600
Orco 20 40 65 80
Tauren 50 75 95 110
¿ESTUDIAS O TRABAJAS?
Si ya sabes qué personalidad va a tener tu personaje, y cuál es la historia de su pasado, ahora necesitas definir su presente. La mayoría de la gente vive en una casa, en algún lugar, y trabaja para ganarse el pan.
Tú puedes ser un pescador que vive en Thelsamar, un marinero cuyo puerto preferido es Bahía Botín, una humilde costurera de Forjahierro, o una estudiante de la Academia de Artes y Ciencias Arcanas de Ventormenta.
Puedes usar la clase que hayas elegido para tu personaje como guía en esta fase… O NO. Para un principiante, apoyarse en su clase para definir quién es puede resultar de mucha ayuda, pero no hagas que tu personaje sea esclavo de su clase! Aquí van dos ejemplos:
Jarre, maestra de escuela:
Como veréis, no hay ninguna clase que se ajuste específicamente a este rol, se puede usar casi cualquiera. Podría ser una piadosa Paladina que enseña a los huerfanitos de Ventormenta, o una experimentada Maga que quiera compartir sus conocimientos con los niños.
Serena, escolta y guardaespaldas profesional:
Este personaje podría ser una Pícara o Guerrera, por ejemplo. Cualquier otra clase sería más difícil de adaptar a esta tarea.
Es importante recordar que “el hábito no hace al monje”, y el ejemplo aquí es sencillo, los tres sacerdotes:
Lex es joven e inocente, compasivo y pacifista. Decidió seguir el camino de la luz para ayudar a los demás.
Roland es arrogante y manipulador, codicia el poder y el dinero. Segundo hijo de un terrateniente, se metió en la Iglesia para usar la política y las influencias y arrebatarle las tierras de su padre a su hermano mayor, legítimo heredero.
Herbert, un gordinflas de mediana edad, es el capellán de su pequeño pueblo: un trabajo sencillo con el que se siente satisfecho. Con gusto compartirá su estofado contigo, pero no le pidas que te ayude a librarte de los lobos que matan a tus gallinas, porque se negará en redondo.
¿Ves como el hábito no hace al monje?
Antes de terminar, ten en cuenta que posiblemente, querrás hacer misiones… Y antes de alejarte de tu hogar hacia un destino desconocido (y muy probablemente peligroso), pregúntate por qué alguien como tu personaje haría algo tan desconcertante.
Y si no consigues encontrar una buena razón… haz las misiones dejando claro a los que te rodeen que estás en modo OffRol (out of character, no interpretando a tu personaje). Aunque resulta mucho más divertido poder hacer las misiones como parte de la historia de tu personaje, claro!
Dos últimas recomendaciones sobre historia y personalidad:
Uno: Házlo realista, dentro del contexto de Warcraft.
Que esto sea un juego de fantasía, no significa que no haya límites. Ni los otros personajes de WoW con los que te encuentres, ni los jugadores que hay detrás de ellos, creerán que en verdad eres un demonio con forma humana, que puede transformarse en dragón a voluntad. Es más probable que te tomen por un demente o un borracho, y te echen a patadas de la taberna.
Dos: Si no se ve, no lo cuentes.
Puede que tu personaje tenga una horrible cicatriz en la espalda, pero si estás vestido, nadie lo sabrá, y ¿por qué deberías contárselo a nadie? En la vida real, cuando conoces a alguien, te presentas, pero no le cuentas tu vida entera, ¿verdad? Incluso puedes sentirte ofendido si alguien muy curioso (y maleducado) te hace preguntas demasiado personales…
Sé que, después del trabajo que te has tomado diseñando tu personaje, resulta difícil no ir voceándolo al primero que se te cruza, pero… ¿de veras tu personaje HARÍA eso? ¿Le contaría a un desconocido nada más decir “hola”, cómo sus padres fueron asesinados ante sus ojos por un grupo de forajidos? Entonces… no lo hagas.
No te preocupes, ya habrá tiempo de que el resto de personajes te conozcan mejor, y momentos de amistad e intimidad, ante un buen fuego y con una jarra de cerveza en la mano, que te permitan deslumbrar a los demás con las magníficas historias y anécdotas
Guia sacada literalmente: http://todowow.com/historia/rol/guia-de-rol-para-principiantes/